Mis lectores (dos) recordarán que hace un par de semanas anuncié con gran solemnidad mi decisión de entrenar para participar en una carrera de 10 kilómetros.
En ese post declaré también con gran pompa que daría cuenta de mis progresos en este blog pero no he posteado nada respecto al tema porque tuve un encuentro muy afortunado.
Un día hace tres semanas cuando regresaba a casa después de correr, mi hermano estaba del otro lado de la banqueta y hablaba con un tipo. Tavo (mi hermano) me hizo una seña para que cruzara y me reuniera con él. Cuando llegué me presentó a Noé, quien justo ese fin de semana había corrido el Maratón Internacional de la Ciudad de México.
De hecho, hasta llevaba en el bolsillo la medalla que acreditaba que había corrido el Maratón. Me emocioné por tenerla entre mis manos. Le platiqué que quería participar en una carrera y él me dio algunos consejos. Luego un jueves nos citamos y me llevó a la Pista de El Sope, en Chapultepec, donde me presentó a otros corredores y me dio algunos consejos.
Esa sesión fue intensa. Me propuso un plan de trabajo y en eso estoy. Apenas comencé esta semana porque tenía un dolorcito bastante molesto en la pantorrila derecha. El dolor se ha ido y ya estoy entrenando con más método y más órden. Noé piensa que tal vez para principios de noviembre pueda correr una carrera en unos 45 minutos.
Me siento bien. Es un poco complicado ir y regresar hasta allá pero es necesario por el circuito y por la superficie pues hay que tener ciudado con las lesiones. En la pista hay muchas personas. Mujeres y hombres jóvenes, algunos mayores, novatos y expertos. De todo. Eso me entusiasma más.
El sitio es muy seguro, la pista está en buena forma y la gente es amable. Si alguna vez quieren ir, les recomiendo que lo hagan, es un excelente lugar para entrenarse o simplemente para trotar. :)
miércoles, septiembre 13, 2006
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